Este lunes arranque la tercer semana retocando fotos de zapatos, le estoy metiendo casi 10hs diarias, y falta bastante. Alguno dirá, no hay que quejarse es laburo, pero el trabajo en el hogar lleva a enloquecerte un poco, mas si estoy rodeado de maniquíes. (del holandés manneken, que significa 'hombre pequeño').
Ya lo dijo Perón (como casi todo), de la casa al trabajo, y del trabajo a la casa, estableciendo la exacta distancia entre ambos universos. Una buena solución puede ser hacerte de un uniforme, para cada mañana cumplir el necesario rito de la dislocación.
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